Los que tenemos el privilegio de vivir en el nuevo milenio somos testigos de los cambios de moneda, cambios de alimentación, la revolución tecnológica... Pero ¿y los sueños? ¿Y los deseos? ¿Dónde queda ese “valle de lágrimas”?
Tras su avasallador paso en la anterior temporada recuperamos este éxito de crítica y público. Mas de 20.000 espectadores. Una historia de cine, con un humor incesante que mantiene al público de carcajada en carcajada durante todo el espectáculo. La compañía Bastarda Española vuelve con Estrella Sublime, con Lola Marmolejo y Amparo Sánchez, dirección de Antonio Campos.
SINOPSIS
Lola, camarera sevillana con una edad en el límite de lo aceptable para su profesión, aguanta como puede a los borrachos de turno, pasados de rosca asiduos del bar donde trabaja, cuenta retazos de su vida mientras ve pasar delante de sus narices el despecho de su último hombre. Como es lunes por la noche, no tiene más que beber unas copitas y meterse una raya para hacer tiempo hasta la hora de cierre. Pero los celos y la humillación le van calentando y comienza un “crescendo” emocional por la angustia de su presente sin salida, cargado de lamento y rabia en el que acaba blasfemando contra los más divinos y virginales símbolos. Para su sorpresa, una fantasmal aparición responde a su invocación y le reprende su osadía. Lola, al principio, no sale de su asombro, pero poco a poco será capaz de escuchar y responder a lo que le cuentan. Y lo que cuenta Macu, mujer virtual, es la traslación al mundo del ritual litúrgico de las penas de Lola: su visión realista de los mitos religiosos, desenmascarando la hipocresía capillita, el fervor beato o enfermizo y las necesidades absolutas desde el punto de vista de la mujer. Por eso, sin premeditarlo, las dos unirán sus voces en algo que las hermana sustancialmente por encima de espacios y tiempos. Son dos mujeres atrapadas, vitalistas, que buscan una rendija por la que escapar, dos mujeres que sueñan, que empiezan a hacerse amigas y como amigas se intercambian experiencias y deseos. El milagro como solución no existe. Y casi por azar, descubren lo extraordinario: no hay barreras para una mujer apasionada dispuesta a todo. Para las dos este encuentro será iniciático. La magia de la noche se encargará del resto.
Parece mentira pero convivimos de forma misteriosa hippies y capillitas, internautas y hermanos de la Santa Cena. Todos coincidimos en bares, calles, centros comerciales... Vivimos tiempos complicados en los cuales parece que cabe de todo: minifaldas y trajes azules cruzados, chupas vaqueras y mantillas. Todo es posible en la Tierra de Mará Santísima. Los que tenemos el privilegio de vivir en el nuevo milenio vamos a ser testigos del cambio de moneda, del cambio de sexo cubierto por la Seguridad Social, de cambios en la alimentación por el mal de las vacas locas, cambio, cambio y revolución tecnológica... Pero ¿y los sueños? ¿Y los deseos? ¿Dónde queda ese “valle de lágrimas”? En el Guadalquivir desde luego no. ¡Qué los golpes de suerte nos pillen bien despiertos! ¿Los milagros existen? No lo sabemos, pero parece milagroso que, con un rayo láser, en diez minutos un miope recobre la vista. Parece milagroso que Sevilla meteorológicamente hablando parezca Santiago de Compostela. Parece milagroso que a Pinochet lo vayan a juzgar en Chile. Es milagroso que una compañía pequeña, liliputiense, multiplique por dos el número de actrices y haya estrenado su segundo espectáculo.