Hedda Gabler, de Ibsen

Enfrentado al montaje, y versión, de una obra tantas veces representada, Caballero se decide por una búsqueda escénica analítica, una ruptura arriesgada en la que el lenguaje es trasunto coral de la libertad y la destrucción.

La compañía Galanthys Teatro presenta una de las obras más enigmáticas del escritor noruego Henrik Ibsen. Hedda Gabler es un retrato realista y psicológico de la alta sociedad de finales del siglo XIX en el que, como ocurría en las tragedias clásicas, la indecisión y el tedio asumen el papel de la fatalidad y llevan a los personajes a su destrucción. La acción dramática gira alrededor del personaje de Hedda Gabler, una mujer casada que no está dispuesta a perder su autonomía. No obstante, pese a querer llevar una vida independiente no tiene la determinación necesaria para realizar sus deseos.

En palabras del director de la función, Ernesto Caballero, se trata de `un hermoso texto, cargado de vida, de complejidad humana, de un soterrado lirismo que nos hace recordar las turbulencias emocionales del mejor Strinberg, así como el lirismo crepuscular de las últimas piezas chejovianas´. Hedda Gabler nos atrae porque habla de nuestra incierta condición sin ningún resabio moralizante. El autor hace surgir del personaje principal de la obra todo un símbolo del hombre y la mujer de nuestro tiempo: insatisfacción, falta de coraje y determinación para realizarse en libertad, frustración traducida en una pulsión autodestructiva que se proyecta hacia los demás, angustia ante una identidad incierta, ausencia de profunda y sincera autocrítica, elusión de la propia responsabilidad...

Sí, confieso que la obra me entusiasma por todas las posibilidades que ofrece de explorar los más recónditos rincones de nuestra frágil y contradictoria naturaleza. Si a ello se añade la circunstancia de que Hedda lo encarnará una actriz tan apreciada y tan idónea para este papel como Ana Caleya, la posibilidad de acometer esta puesta en escena se me antoja como una ocasión artística excepcional´.

Reparto:
Hedda Tesman: Ana Caleya
Señora Juliana: Tesman Rosa Savoini
Jorge Tesman: Lino Ferreira
Eilert Lovborg: Jose Luis Alcobendas
Juez Brack: David Lorente
Señora Elvstedt: Inma Nieto

Equipo Artístico
Escenografía: Jose Luis Raymond
Ayudante de Escenografía: Bengoa Vazquez
Vestuario: Ikerne Gimenez
Espacio Sonoro: Ignacio García
Diseño de Iluminación: Paco Ariz
Dramaturgia/Dirección: Ernesto Caballero
Ayudante de Dirección: Antonio Castro