9.1
Que Dios nos pille confesados, en Madrid
Madrid · Comedia
desdeUSD
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Teatro Príncipe Gran Vía, Madrid, (ver mapa)
Una vez confirmado, no se admitirán cambios ni cancelaciones
Anónimo
¡Lo recomienda!
Los actores me encantan, les he visto en innumerables actuaciones, siempre en TVE y me hacía ilusión verlos en directo. Han colmado mis expectativas, me parecen mejores en directo.
Anónimo
¡Lo recomienda!
Muy agradable falta cafeteria para beber algo los acomodadores un poco rancios
Entre la política, la miseria humana, el thriller político y las relaciones de pareja se mueve la comedia Un marido ideal, llena de ironía y provocación. Puedes verla en el Teatro Príncipe Gran Vía.
El ministro de asuntos exteriores Sir Robert Chiltern, es un marido ideal para su mujer Lady Chiltern. Ante el resto de la sociedad ambos se muestran como un matrimonio ideal y armonioso.
Esta armonía se ve amenazada cuando irrumpe en escena la malévola y seductora Mrs. Cheveley que chantajea a Robert amenazándole con revelar un oscuro secreto de su pasado que le permitió a él forjar su admirable carrera política, su fortuna y su matrimonio.
La corrupción al primer plano. Acorralado, le pide consejo a su amigo de toda la vida, Lord Arthur Goring, conocido por todos en la alta sociedad por su inteligencia y su vestuario: todo un dandi. Y muy ambiguo en su concepción del amor. Al fin y al cabo, es el trasunto de Oscar Wilde.
Tienes que saber:El espectáculo hace uso de luces estroboscópicas.
Revisa tu pedido atentamente. Una vez confirmado, no se admitirán cambios ni cancelaciones.
Tienes que saber:
Teatro Príncipe Gran Vía Tres Cruces, 8-10 (Madrid)
Metro: Gran Vía (líneas 1 y 5).
Anónimo
¡Lo recomienda!
Los actores me encantan, les he visto en innumerables actuaciones, siempre en TVE y me hacía ilusión verlos en directo. Han colmado mis expectativas, me parecen mejores en directo.
Anónimo
¡Lo recomienda!
Muy agradable falta cafeteria para beber algo los acomodadores un poco rancios
Los actores
Acomodadores
Anónimo
¡Lo recomienda!
La interpretación excelente, la puesta en escena muy flojita, el decorado excesivamente minimalista.
El mensaje
Anónimo
¡Lo recomienda!
LA PUESTA EN ESCENA ES MUY SIMPLE PERO SUFICIENTE. CON LOS ACTORES ES SUFICIENTE.LO MEJOR EL DISCURSO DE INICIO Y EL DISCURSO FINAL
maria josefa
Una buena obra de un excelente autor mermada por la pobre y muy poco creíble actuación del personaje del ministro. Este señor no da la talla, se supone que interpreta a un distinguido señor inglés de la época y lo único que se ve es a un paleto que no convence a nadie. Es una pena porque el resto del plantel hace una gran actuación.
Todos los actores menos el protagonista, la puesta en escena y los decorados
El actor principal
Raul
El clásico de Oscar Wilde se pierde en una puesta en escena que no se entiende. Efectos sonoros injustificados, actores sobreactuados... está bien innovar pero no a cualquier precio. No puede ser que la estética vaya en detrimento del hilo argumental.
La actriz que representaba a Laura Cheveley
La escenografía, los actores sobreactuados y los problemas en el patio de butacas (olores, ruidos y ronquidos varios)
Luis Angel
¡Lo recomienda!
Una comedia que plantea un tema como el de la corrupción, y que no profundiza. Es de los espectáculos amables que sales del teatro y no vuelves a pensar en la función.
Es una obra llevada con buen ritmo, y solo dura 80 minutos.
Un humo en la sala que no permitia una buena visión del espectaculo.
Sonia
Ví opiniones buenas y fuimos, pero ni da risa ni es creíble la actuación del proyagonista en ese papel. La historia es buena, pero no está bien ejecutada. Poco espacio para las piernas en el teatro.
La historia era diferente.
El protagonista.
angeles
A pesar de la Buena interpretación de los actor@s, al menos dos de ellos, creo que a la obra se le puede sacar mucho más....
Dos actor@s, su interpretación
No convence, poca fuerza
Maria
Sin palabras, una obra sin sentido,y no soy la única en valorarla,la gente que tenía al rededor o estaba dormida o deseando que acabará, yo creo que ni se levantaron por vergüenza