El Principito

Valió la pena. Desde luego la obra es original, y respeta bastante el libro porque para sentirla es necesario tener la imaginación encendida. Mis más grandes felicitaciones a los actores. La brillante actuación de los protagonistas.

Una versión entrañable, divertida y original, que con los elementos justos consigue transportarte al universo del Principito. Mi hijo de 3 años la vio encantado ... sólo se asustó un poquito con algún sonido algo más fuerte ;).

Bastante imaginación con pocos medios. La obra es una adaptación interesante y los medios que emplea para recrear las distintas situaciones están muy bien aprovechados y son ingeniosos. No es un obrón, pero merece la pena verlo.

;). Personalmente me gustó muchísimo. El uso de los recursos, increible; total fidelidad al texto... No creo que sea una obra para niños (no pueden entenderla), pero muy recomendable para todos los amantes de "El principito".

Nos gusto a todos. Ibamos con niños de distintas edades, desde los dos años hasta los 11 anños y a todos les gusto bastante. el musical es sencillo pero muy imaginativo.

Estupenda. Nos gustó mucho la obra, fuí con 2 niños de 6 y 8 años y salieron encantados (yo también).No la recomendaría para niños más pequeños. El servicio de entradas de atrápalo comdísimo, la verdad. La obra en si.

Divertido y ameno. Fuimos toda la familia a ver la obra musical y en tan sólo 1h. han sido capaces de desarrollar el libro con todo detalle. La verdad que no lo esperabámos así, nos encantó FELICIDADES!!!. Todo.

Nada.

Muy entretenido. El lugar un poco incomodo, sobre todo para los adultos, pero la representación fue muy buena, los actores supieron acaparar la atención de pequeños y mayores y al final lo del asiento es lo de menos.

Hay que ir a disfrutar de 'El Principito'. Preciosa, divertida, ingeniosa, amena... los actores están impecables y con un sobresaliente en actuación! Bravo! Mis sobrinas la disfrutaron mucho, tanto o más que yo!!!.

Una vuelta a la infancia. A mí personalmente la historia siempre me ha encandilado y ahora quería transmitírsela a mi hijo. Su carita de entusiasmo reflejaba todo lo que pueda contarse en palabras.