11/12/2013
Ana Cobos le da un
9.7
Positivo:
Después de mucho pensarlo, tanto mi chico como yo hemos acabado concluyendo que nuestro viaje a Marrakech no habría sido ni la sombra de la experiencia que hemos vivido de no ser porque elegimos venir este riad. El trato que nos dieron Claudio y Enya, el matrimonio que lo regenta, fue sencillamente maravilloso. Nos sentimos como en familia desde el primer día, cuando nada más llegar se tomaron todo el tiempo del mundo para explicarnos en detalle frente a un té qué hacer y qué no hacer en Marrakech, y todos los trucos y consejos para poder disfrutar desde las atracciones más turísticas hasta las costumbres más auténticamente marroquíes.Y es que la mezcla de Claudio, un italo-francés que entiende perfectamente el contraste cultural que supone para un europeo llegar por primera vez a Marruecos, y Enya, una mujer marroquí que explica con absoluta pasión cada rasgo de su cultura, te ayudan a entender y disfrutar la ciudad de una forma completamente diferente.Si a esto le sumamos que Enya es una cocinera espectacular, que nos preguntaba cada mañana qué querríamos cenar esa noche para comprar el producto fresco y preparar, a veces durante horas, un menú de propio para nosotros... bueno, creo que os podréis imaginar.Por lo demás, se trata de un Riad en plena medina de Marrakech. Se encuentra al lado de la zona turística, pero alejada de todo el bullicio. Si bien es cierto que para quien no conozca Marruecos, la primera vez las calles pueden asustar un poco, en seguida nos dimos cuenta de que se trataba de una zona tranquilísima en la que no íbamos a tener ningún problema.Desde luego, recomendaría este riad a cualquier persona que busque una experiencia cercana y poder conocer más a fondo la cultura del país, aunque sólo sea por unos pocos días.