Hostal Milan

El hostal está en el segundo piso de un bloque de apartamentos. Para que os hagáis una idea, es como si tu casa la conviertes en hostal. Mismo ruido, mismo todo.
De hecho, se escucha tanto todo que es como si tu cama estuviese en el pasillo, y pasase gente continuamente.

Gente que, por lo menos durante mi estancia, no hablaba precisamente bajo (gritos por el pasillo, móvil con altavoz puesto sin miramientos...) y el personal de recepción, no decía nada.

Luego, las vistas. No son las de la foto. La habitación da a un patio interior. Y ya. No volveré, la verdad. Eso sí, la ubicación excelente, las cosas como son.