En Ámsterdam, el sistema de transporte público es muy eficiente. Existen dos tipos de billete para el transporte: la tarjeta OV-Chipkaart y el billete sencillo. Si te decides por la tarjeta, elige la opción "tarjeta anónima" que te servirá para utilizarla solo durante los días que dure tu estancia. Estas tarjetas son personales y se pueden recargar en las estaciones de tren y metro y en los puntos de venta. Los tranvías ofrecen un buen servicio tanto en el centro como en la periferia.
Aunque, de lejos, la mejor forma de desplazarse por la ciudad es en bicicleta gracias a los numerosos carriles bici que existen. Alquilar una es sencillo y barato y te permitirá disfrutar de la ciudad de una forma más auténtica, como un verdadero holandés.